El picor de nariz (o de nariz y ojos), es la llamada rinitis alérgica. Es una consulta muy frecuente, siendo uno de los 10 primeros motivos de consulta en Atención Primaria, sobre todo en épocas concretas del año. Pero, ¿será alergia? ¿Será otro catarro? ¿Qué podemos darle?
¿Qué es la rinitis por alergia?
La rinitis alérgica es una reacción inflamatoria de la mucosa nasal que ocurre por una reacción inmunitaria alérgica (mediada por anticuerpos IgE antígeno específicos). Vamos, que el picor se produce porque nuestro cuerpo reconoce algo habitual de nuestro entorno (el alérgeno) como extraño. Y responde inflamando el interior de nuestra nariz. A veces, también se ve afectada la mucosa conjuntival, denominándose rinoconjuntivitis alérgica.
Cuando también hay conjuntivitis, se puede notar un picor intenso de ojos, o notarlos inflamados, rojos o «como si llevaras arena dentro que te dan ganas de sacarla con los dedos» para aliviarte un poco.
La rinitis alérgica es la enfermedad crónica más frecuente en la edad pediátrica (y frecuentísima entre los adultos), siendo el primer motivo de derivación a alergología infantil. Además, su prevalencia va en aumento en los últimos años. Cada vez somos más los alérgicos.
No es ninguna «tontería». Se trata de una enfermedad que causa mucho malestar a quien la padece. Grandes y pequeños. Afectando a la calidad de vida de los niños y de sus familias. Así que se debe de tratar con cariño y cuidado.
¿Qué síntomas encontramos en la rinitis alérgica?
Los síntomas que aparecen son:
- Estornudos en salva (varios estornudos seguidos)
- Picor de nariz intenso (y, a veces, también de ojos, boca, garganta y de oídos)
- Congestión nasal (nariz como «taponada»), más intensa por la noche
- Mucosidad (rinorrea) clara, blanquecina o transparente
No tienen por qué aparecer todos los síntomas. Lo más frecuente y por lo que más se consulta es por el picor (prurito) nasal.
Habitualmente encontramos una historia familiar de alergias (padres, abuelos, tíos o hermanos alérgicos) o en el propio paciente vemos la «marcha atópica» (un pequeño con dermatitis atópica que comienza con síntomas de alergia a otros niveles).
Además, el ambiente contaminado y el humo del tabaco, pueden aumentar la sensibilización alérgica en un niño predispuesto.
El síntoma más incapacitante, suele ser la obstrucción nasal, ya que puede alterar el descanso nocturno, generando sensación de cansancio y somnolencia durante el día, dolor de cabeza, falta de concentración… Incluso pueden haber cambios en el estado de ánimo. Y es que encontrarse tan congestionado, con sensación de falta de aire y un picor intenso, te hace venirte abajo y no tener ganas de nada siendo adulto, sabiendo lo que te pasa y lo que puedes hacer… Imaginad lo que puede trastocar la vida en un niño o adolescente.
Por eso es muy importante llegar al diagnóstico y tratarlo de forma correcta, porque podemos mejorar mucho su vida.
Recogiendo los datos que nos vayáis contando durante la entrevista clínica y con la exploración física, podremos dar nombre a la rinitis alérgica.
¿Cómo se trata esta alergia?
Lo primero y más importante, es contaros en qué consiste la enfermedad. Como hemos comentado, se trata de una enfermedad crónica, que va a cursar con «brotes» o episodios de empeoramiento. Así que el manejo de los síntomas es muy importante para que el niño o niña pueda mantener su vida con la mínima alteración posible.
Haciendo partícipes al niño o niña y a la familia, explicando qué pueden hacer y enseñando a reconocer los síntomas antes de que haya un empeoramiento, podemos ganar terreno a la enfermedad y hacerla «más llevadera». Evitar el humo del tabaco y otros irritantes químicos de la vía respiratoria, puede ser súper beneficioso para el paciente alérgico.
Lo segundo es poner el tratamiento suficiente, escalonado, que nos permita controlar los síntomas y su gravedad. En principio, el tratamiento lo basaremos en antihistamínicos orales. Pero también contaremos con corticoides intranasales, antihistamínicos oculares, lavados con suero salino isotónico e hipertónico… Y la inmunoterapia alérgeno-específica (la vacuna de la alergia).
La inmunoterapia es el único tratamiento que puede ser «curativo», sobre todo cuando la alergia ocurre por un único alérgeno bien reconocido. Esta vacuna será pautada por el alergólogo infantil, una vez sepamos a qué estamos sensibilizados (a qué le tenemos alergia). Pero no vale para todos. Si está indicado en vuestro hijo o hija, os lo dirán, no os preocupéis.
¿Cuándo nos mandarán al alergólogo?
- Síntomas persistentes o muy frecuentes, con intensidad moderada o grave
- No conseguimos controlar los síntomas con el tratamiento pautado
- Asma u otras enfermedades asociadas
- Creemos que el peque se puede beneficiar de la «vacuna de la alergia»
El control de las rinitis o rinoconjuntivitis alérgicas, se puede manejar, en la mayoría de los casos, por vuestro pediatra de Atención Primaria.
¿Cuántos peques con alergia por aquí? ¿Y cuántos papis?
Ya sabéis,
Paciencia, besos y muchos mimos.
Pediatribu
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Enlaces externos:
- https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/rinitis-alergica
- https://enfamilia.aeped.es/temas-salud/conjuntivitis-alergica