Mi hijo no se queda sentado y tiene 6 meses, ¿qué le pasa? Tiene 1 año y aún no ha empezado a caminar, ¿tendrá un retraso psicomotor? El pequeño de 18 meses de la vecina lo habla todo y mi hijo con 22 no dice ni «mu», ¿estaré haciendo algo mal?
A diario los padres nos preocupamos por estas cosas y el calentamiento de cabeza es mayor si comenzamos con comparaciones y nos bombardean comentarios acerca de lo que nuestros hijos deben y no deben estar haciendo en cada momento.
Por eso es importantísimo tener en cuenta que los niños no son robots que se actualizan todos al mismo tiempo. Cada uno madura en su momento y tenemos que respetarlos y acompañarlos. La mayoría de veces harán las cosas cuando les toca, antes o después, pero dentro de los períodos de normalidad.
Los papás tenemos que intentar evitar las comparaciones y estar atentos a aquellos signos de alarma que nos puedan hacer sospechar de algún problema, pero siempre pensando que cada niño es único y que irá desarrollándose y evolucionando a su propio ritmo.
Vamos a hablar un poco acerca de los hitos del desarrollo, de los periódos en los que se suelen adquirir y en cuándo debemos consultar para comprobar que todo va bien.
¿Qué es el desarrollo psicomotor?
Se trata de la adquisición de habilidades que se da en el niño de forma contínua durante toda la infancia. Se produce en un orden parecido en todos los niños pero a un ritmo distinto. Se van adquieriendo habilidades en el lenguaje, motoras, manipulativas, sociales… que poco a poco los harán más independientes, capaces de adaptarse a su medio y de comunicarse con lo que les rodea, y es muy importante que éste desarrollo ocurra dentro de un entorno seguro y estable.
¿Cómo valorar el desarrollo psicomotor de nuestros hijos?
Teniendo en cuenta que cada niño va a su ritmo, hay habilidades que adquiridas o no a ciertas edades, pueden ayudarnos a descubrir si debemos consultar con nuestro pediatra para una valoración más detallada. Vamos a poner los más comunes, lo que más llama la atención a la gente y pueden agobiarnos:
- Sostén cefálico: es la capacidad para mantener la cabeza erguida. Aunque algunos niños la mantengan con mes y medio, hasta los 3 meses y medio no debemos preocuparnos ya que a esta edad lo realiza aproximadamente el 95%, y del 5% restante la mayoría lo conseguirá en las siguientes semanas.
- Sedestación: quedarse sentado con estabilidad. Está muy extendido que los niños a los 6 meses se sientan, de hecho, es una de las cosas que hay que observar para comprobar que un niño está preparado para comer, pero a esta edad la inmensa mayoría se quedan sentados con apoyo, con la ayuda de cogines o en la trona. Para que se queden sentados sin ayuda, habitualmente hay que esperar mínimo hasta los 7 meses y no será hasta los 9 meses cuando lo hayan logrado la mayoría de los niños.
- Caminar sólo. Los «primeros pasos» nos llenan de emoción a los papás y es algo que casi estás deseando que ocurra cuando se acerca el año, ya que parece que a esa edad todos los niños tienen que echar a correr, pero aunque hay niños que caminan desde los 10 meses, lo habitual es que los primeros pasos empiecen a darlos a partir de los 12 meses y medio (por eso no nos preocupa que un niño no ande en la revisión de los 12 meses, pero si nos gusta saber si se desplaza de algún modo). Desde los 12 meses hasta los 17 aproximadamente (en niños que han nacido a término) es completamente normal que se den los primeros pasos. Hay niños que tardan más, porque aún no están preparados, porque gatean y no ven la necesidad de otra forma de desplazamiento… pero ello no significa que no sea normal.
- Empieza a hablar. Esto es un poco complejo de valorar y hay mucha diferencia entre unos niños y otros. Habitualmente las primeras palabras con sentido referencial (es decir, que dicen lo que quieren decir) son papá y mamá, y comienzan a decirlas entre los 11 y los 16 meses. A partir de aquí el lenguaje suele evolucionar sin darnos cuenta, a veces nos sorprende y otras veces nos da la impresión de que se estanca. Suelen empezar a decir que «no» (cuando no quieren algo) entre los 16 y los 24 meses, y juntan dos palabras (como «dame agua», «quiero papas» al modo de cada niño) entre los 20 y los 26 meses. Así poco a poco no dejan de sorprendernos. Hay que tener en cuenta que algunos niños no ven la necesidad de hablar porque señalando lo consiguen todo, es importante fijarnos en que comprendan lo que les decimos, que sepan comunicar sus deseos aunque no sea con el lenguaje hablado, y teniendo paciencia hablarán (no es necesario dejar de darles lo que señalan por este motivo, hay que darles su tiempo).
Tened en cuenta que el retraso en algunos de los hitos del desarrollo o la existencia de algún signos de alarma no presupone que exista un problema, pero sí que nos orienta a la realización de una valoración más exhaustiva y a un seguimiento cercano de la evolución del niño.
Los pediatras nos solemos fijar en tablas de referencia y cuestionarios predefinidos para la valoración de los pequeños (por eso hacemos tantas preguntas en las revisiones). Una de las tablas de referencia es la tabla de desarrollo de Haizea-Llevant. En ella podemos realizar una línea vertical coincidiendo con la edad del niño y valorar los hitos que ha alcanzado.
Lo subrayado en naranja serían los signos de alarma. Los hitos vienen subrayados por verde y azul. El inicio del verde significa que algunos niños empiezan a adquirirlos y al final del verde el 50% de los niños lo han conseguido. El final de la zona azul indica que el 95% de los niños ya lo realizan. Y tanto el inicio del verde como el final del azul es completamente normal.
Si tenéis dudas al respecto preguntad a vuestro pediatra. Es un tema complicado. A veces nos agobiamos por creencias populares o insistencia de familiares pero otras puede existir algún problema que requiera de nuestro apoyo.
Así que paciencia y a disfrutar del milagro del desarrollo de vuestros pequeños. Cada etapa es única e irrepetible.
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