Mi pequeña cumple dos añitos
Hace dos años no podía ni imaginar cómo cambiaría mi vida al tenerte entre mis brazos. El amor que sentiría, las ganas de estar siempre a tu lado y de apoyarte en cada paso, estar ahí en tus proyectos presentes y futuros, las risas que compartiríamos, tus abrazos desinteresados, tus rabietas…
Hace dos años te sentía dentro de mí, tus giros, patadas y tu hipo, pero no me hacía ni la más remota idea de lo grande que serías enseguida y de todo lo que me regalarías.
Eres una hija maravillosa, una maestra de vida. Me has enseñado a disfrutar de cosas sencillas del día a día, de acostarme en el suelo con nuestras cabezas juntitas, de ir cantando a todos lados, de las cosquillas y los sustos… de simplemente VIVIR.
Por otro lado, me ha costado mucho sobrellevar las obligaciones que se nos imponen en esta sociedad. Me parte el alma cuando te despiertas por las mañanas llorando y preguntando por mamá, y yo estoy a punto de irme. Te prometo que lo que más desearía en esos momentos es quedarme a tu lado. Menos mal que tenemos un papá maravilloso, y con sus abrazos consigue que pronto cojas de nuevo el sueño (casi siempre).
Muchos días lo único que querría sería mimarte, acompañarte, consolarte… que te despertaras y me vieras, desayunar e ir a darnos un paseo, al parque, al monte, a la playa… Siento que me necesitas a tu lado y, siendo egoísta, yo te necesito a mi lado. No sabes cuánto.
Supongo que llega un momento en el que estás preparada para volver al trabajo plenamente, y que será diferente para cada mamá/papá, pero los cinco meses y medio no eran nuestro momento.
Estos dos añitos no han sido fáciles. No llego muchas veces a todo lo que quiero hacer y en ocasiones estoy tan cansada que no puedo estar a la altura.
Si me has visto triste alguna vez NUNCA fue por ti, mi vida. Mi mayor proyecto, con lo que me siento realizada cada día, no está fuera de casa. Aunque a veces paguen los platos rotos los de dentro. Tú y papi sois mi pilar principal. Gracias por sostenerme.
Felicidades, cariño. Espero que perdones mis faltas. Lo hago lo mejor que sé aunque también soy consciente de que podría hacerlo mejor.
Esperemos que cuando tú seas mayor la maternidad sea valorada como se merece.
Nuestros hijos son el futuro de esta humanidad, y si no tenemos tiempo para ellos..
Soy muy afortunada por compartir tantos momentos a tu lado.
Gracias por existir, mi pequeña princesa guerrera.
Te quiere infinito:
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