Lactancia Materna: mi elección

Como primera publicación he decidido hablar de un tema que no es nada sencillo de abordar, pero que hay que planteárselo con tiempo porque es crucial desde el primer momento de nuestros bebés: su alimentación.

Como bien dice el enunciado, actualmente se trata de una elección, y cada mamá sabe sus motivos para decantarse por la lactancia materna, artificial o mixta. Pero es importante tomar esa decisión contando con la mayor información posible al respecto, para poder optar por lo que nos parezca lo mejor y no arrepentirnos a posteriori, y respetar a las mamás que decidan algo distinto sin juzgar.

Dicho esto, la lactancia materna debería ser la elección natural para la alimentación del recién nacido y durante los primeros meses de vida. Es lo que la naturaleza ha ido perfeccionando durante miles de años para garantizar el mantenimiento de la especie, y hoy en día se sabe que no hay ninguna leche de fórmula que sea tan ideal para nuestros bebés, que cambie su composición dependiento del momento del día, que se regule con la succión, que sea distinta al principio del final de la toma, que aporte defensas al sistema inmunitario de nuestros hijos…

Por todas estas cosas y muchas más, esta fue mi elección. Aunque tanto en mi círculo familiar como en mi profesión he observado que parece que ha tomado fuerza lo de entender que lo más «natural» en la sociedad en la que vivimos es el biberón, ya que para muchos es la opción más lógica y la presión social hace que sea lo que se imponga en muchas ocasiones.

Frases como «es que no tengo leche», «mi leche no le alimenta», «es que el niño se despierta por la noche porque pasa hambre», etc., se escuchan con mucha frecuencia en la consulta y en la vida diaria, y son dichas por madres a las que su entorno les ha impuesto esos estigmas. Todo esto unido a una sociedad en la que la mujer tiene que incorporarse al trabajo cuando su bebe tiene apenas 4 meses y, por tanto, se abandona la lactancia materna de forma muy precoz aunque haya sido deseada hasta ese momento. Se hace muy difícil la conciliación de la vida laboral y familiar cuando se tiene un bebé.

A todas las ventajas que ofrece la lactancia materna al bebé y a la madre, en estos 7 meses de experiencia yo añadiría la que considero la más importante, y por la que quiero continuar si puedo por lo menos 7 meses más o lo que podamos las dos, y es que me encanta amamantar a mi bebé y a ella le encanta su «teti». Es nuestro momento (nuestros momentos, porque ahora que trabajo por la mañana, por la tarde-noche me demanda muchísimo más).

Cuando llego del trabajo y mi pequeña salta de alegría, lo primero que hacemos es abrazarnos y ofrecerle el pecho: a ella se le pasan todos los males y todo lo que haya podido echarme de menos por la mañana, y yo me relajo muchísimo y me olvido de las preocupaciones, mientras me concentro en disfrutar de ella.

Después de soltar todo este rollo he de decir que no me ha resultado nada fácil el camino, a pesar de los conocimiento previos que tenía. El establecimiento de la lactancia al principio me resultó duro y he entendido por qué muchas mamás abandonan. Me he sentido frustrada, como cualquier mujer recién parida, llena de dudas y preocupaciones que me sobrepasaban.

En la siguiente entrada contaré mi experiencia y los problemas a los que me he enfrentado para intentar ayudar. Y lo más importante que me gustaría expresar es la importancia que tiene nuestra formación contínua para el apoyo de las mamás que quieren dar el pecho; de los pediatras y de todos los profesionales que tienen contanto con el embarazo y los bebés (matronas, enfermeros de maternidad, médicos de familia…). Considero que hay bastante desconocimiento al respecto y es muy triste que una madre abandone por no tener nuestro apoyo y nuestros conocimientos a su disposición.

Lactancia materna elección

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1 comentario en “Lactancia Materna: mi elección”

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