Responsables de nuestro bebé
Ser mamá es maravilloso y muy gratificante, pero nada fácil. Una de sus grandes dificultades, la encontramos al trabajar fuera de casa. Hay quien lo lleva mejor y otras a las que se les hace cuesta arriba. Y la conciliación familiar real no existe.
Esta semana han pasado varias madres por mi consulta contándome su situación ante la incorporación al trabajo. Pero ¿qué consejos puedo dar yo si soy la primera que no estaba preparada a mi vuelta? ¿Cómo dejar a un bebé de 4, 5 o, si hay suerte, 6 meses en un lugar extraño? ¿Cómo no va a estar su mamá a su lado cuando lo necesite? ¿Cómo mantener una lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses si la mamá tiene que incorporarse a los 4 y trabajar de 9 a 14:00 y de 17:00 a 21:00?¿Qué se le puede decir a esa mamá que se siente culpable de «abandonar» a ese bebé?
La verdad es que esta sociedad no lo pone fácil. Y lo peor es que no se valora la gran importancia de ese vínculo mamá-bebé. ¿No parece lógico que invertir en nuestros hijos es invertir en el futuro de este mundo? Nuestros hijos necesitan nuestro tiempo.
Empecemos por el principio.
El bebé cuando nace lo que espera es encontrarse con su madre (de hecho, el hábitat del recién nacido es el cuerpo de su mamá). Sobre ella puede sentirse seguro, como cuando estaba en su interior, y de ella puede recibir todo lo que necesita (contacto, calor, alimento…). Si todo va bien, no precisa de nada más en el mundo.
Pero esta necesidad no queda en los primeros días/meses de vida. Va más allá. ¿Pero cómo vamos a estar día y noche con el bebé encima a los 3 meses? Pues es lo que él/ella sigue esperando y necesitando, pero poco a poco «tenemos la obligación» de hacer otras cosas e ir acostumbrándolos porque nuestro tiempo a su lado suele ser finito. De hecho, en parte por ahí vienen las críticas de que si se va a acostumbrar a los brazos, de que si se mete en tu cama no vas a poder sacarlo, de que si el pecho es vicio…
Son maneras de expresar que los adultos tenemos que distanciarnos de los niños, pero todos estos mitos acerca de la crianza son fácilmente rebatibles con los conocimientos que tenemos en la actualidad, aunque están muy enquistados en nuestro entorno y añaden más dificultades a las decisiones que tomamos las madres (y padres) a diario (sumado a que no siempre podemos decidir lo que más deseamos hacer).
Normalmente la principal figura de apego de los niños son las mamás, pero en otras ocasiones esta figura puede ser el padre (u otra persona de la familia) y la necesidad de calor y cercanía sigue estando ahí y siendo imprescindible para el adecuado desarrollo de ese pequeño ser. Por lo que los primeros años (ya no hablo de meses ni de lactancia materna) ese niño necesitará a sus figuras de apego cerca.
Se está hablando mucho de corresponsabilidad (responsabilidad compartida en el ámbito familiar y en el cuidado de los hijos de forma igualitaria entre ambos progenitores) y eso es maravilloso bien entendido. Las labores de corresponsabilidad son distintas en cada familia. No es realista pensar que en una familia donde la madre de el pecho, el padre (o la otra mamá) haga lo mismo.
La pareja corresponsable sabe que su lugar en ese momento no está alimentando a ese niño, sino que consistiría en respetar y proteger el vínculo que se está creando, propiciando el descanso de ambos, encargándose de otras labores… Y en el caso de un bebé alimentado con lactancia artificial siempre un cuidador podrá encargarse más tiempo del bebé (por incorporación del otro al trabajo o por mil circunstancias que cada familia sabe). La corresponsabilidad será diferente en cada caso.
Ahora tenemos que preguntarnos, ¿de verdad es necesario «imponer» leyes de corresponsabilidad? ¿Que leyes tenemos actualmente para ella?
Hasta hoy el permiso de maternidad consta de 16 semanas y se pueden ceder hasta 10 semanas al otro progenitor. El permiso de paternidad consta de 5 semanas. El permiso de paternidad es escaso, pero el de maternidad también. ¿Cómo podemos promover la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses como recomienda la Organización Mundial de la Salud, si la mamá no puede estar con su bebé?
Últimamente en el ámbito político se esta contemplando ampliar el permiso de paternidad progresivamente hasta las 16 semanas que actualmente tiene el de maternidad, pero sólo podrían coincidir en el tiempo las primeras semanas (ambos progenitores), luego el padre se incorporaría a trabajar y cuando la madre tuviera que volver al trabajo sería el padre quien retomara la baja de paternidad de forma intransferible a la madre (no sé como irá en otros modelos de familia mamá-mamá, papá-papá o madre/padre soltero).
Pero, ¿eso es lo mejor para los niños? ¿Cambiar el principal cuidador, con el que se siente seguro desde que nació? Un padre que quiere ceder ese tiempo a su mujer porque siga dándole el pecho, porque ella es la principal figura de apego o por cualquier otro motivo ¿es menos corresponsable? Y una madre que no quiere/puede cogerse el permiso de maternidad (fuera de lo obligatorio) y le cede el resto de semanas al padre, ¿podrá seguir haciéndolo? ¿Y este padre seguirá teniendo esas semanas del permiso de paternidad intransferible?
Un padre que no puede dejar su trabajo para disfrutar de esas 16 semanas ¿las perderá? Y un padre que no quiera esa corresponsabilidad o no sepa como actuar frente a su bebé a mi humilde entender creo que tampoco las cogerá, ¿o la corresponsabilidad es algo que se impone?
Sin embargo conozco varios casos de mamás que han intentado pedir la lactancia acumulada o la reducción de jornada y se las han denegado. Por no hablar de las mamás autónomas que al mes o a los dos meses como mucho tienen que volver al trabajo para no perder su negocio, o de las/os mamás/papás que su empresa les obliga a pedirse vacaciones cuando tienen que cuidar de sus hijos enfermos para no darles los días «de gratis» (¿es que nuestros hijos no nos pueden necesitar puntualmente durante la jornada laboral?).
A este respecto me parece impresionante el caso de Suecia, que incluso tienen una palabra que no podemos traducir al español que significaría algo así como que ese día no vas a trabajar porque tu hijo está enfermo y te quedas en casa con él («vabbas»). Está bien visto cogerlos y te pagan la Seguridad Social siempre que sean períodos sueltos de menos de una semana y no hace falta informe médico ni ningún otro documento.
La maternidad/paternidad no es fácil y la corresponsabilidad es maravillosa. Pero a veces los bebés necesitan a su figura principal más de 4 meses, por lo que el permiso de maternidad sigue siendo escaso. Hay países que nos llevan una ventaja infinita y podemos tomar ejemplo de ellos en lugar de hacer leyes a lo loco sólo por contentar durante una legislatura. Por ejemplo, en Noruega la maternidad está muy protegida. El permiso consta de 49 semanas con el 100% del sueldo o de 59 semanas con el 80% del salario y, si ambos trabajan, se puede repartir como cada familia decida.
Además si pretendemos aumentar las tasas de lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y de lactancia prolongada hay que cambiar la forma de ver las cosas.No es de extrañar que sean precisamente los países que más protegen la maternidad, los que tienen lactancias más prolongadas.
En España, el 66% de los recién nacidos son alimentados con leche materna a las 6 semanas, a los 3 meses el 53%, a los 6 meses el 28%, y no disponemos de datos en cuanto a lactancias más prolongadas. Sin embargo en Noruega el 98% de los recién nacidos son amantados, la tasa de lactancia materna exclusiva a los 6 meses es del 82% y a los 12 meses esta cifra desciende al 46%.
Estas importantes diferencias son fácilmente justificables por la diferencia en los permisos de maternidad entre ambos países, aunque también influye mucho la educación que recibe al respecto la madre durante el embarazo (en España tenemos que trabajar más esto, por la infinidad de mitos que nos rodean y la escasez de formación/información que reciben la mayoría de mamás embarazadas).
Tenemos que cambiar la forma en que miramos a nuestros niños, de respetarlos y cuidarlos, que al fin y al cabo, ellos son el futuro de todo esto.
Pediatribu