Parir en tiempos de pandemia
Nos ha tocado un momento difícil para traer un niño al mundo. Sólo quiero animar a todas esas mamás, embarazadas, a punto de parir o recién paridas. No estáis solas. Y si necesitáis hablar y desahogaros aquí estoy.
Hoy más que nunca tiene especial significado la expresión «dar a luz». Porque nuestros niños van a ser eso.
En medio de esta época nublada, gris, oscura. Donde debemos estar aislados y en soledad. Encerrados entre cuatro paredes (que por suerte tenemos), para poder escapar de esto. Donde hay falta de recursos y mucha gente lo está pasando mal. Donde hay enfermedad y muerte…
Ellos y ellas, nuestros pequeños, van a traer luz y vida. Van a ser esperanza. Y este mundo los necesita para descubrir que el sol va a volver a brillar. Que nuestros besos y abrazos no se han ido. Sólo los estamos guardando y cuando digamos de soltarlos no vamos a poder parar. Que vamos a volver a salir a la calle, a sentir la brisa en nuestra piel. Que vamos a volver a ver el mar y a dar largos paseos por la montaña…
Estos bebés van a ser muestra de que la vida sigue. De que el amor sigue abriéndose camino y no se puede detener.
Sé que tenéis miedo. Yo lo tengo. He pasado por muchos altibajos en estos últimos días. Quiero que mi hijo o hija nazca sano. Quiero estar bien yo. No quiero que nos separen en ningún momento. Quiero que mi marido pueda estar conmigo y me anime para que sienta que puedo comerme el mundo, porque juntos podemos con todo. Quiero que mi hija no note demasiado nuestra ausencia… ni la presencia del nuevo miembro de la familia.
Y si a todo esto le sumamos el estrés de no querer coger este virus que nos asusta, la incertidumbre de cómo estará el hospital cuando vayamos, de cómo tratarán nuestro parto… El que no vamos a poder pedir la ayuda de gente que nos quiere, que es posible que pasen semanas o meses hasta que nuestros seres queridos conozcan a nuestros niños… Todo se viene encima. El corazón rompe a llorar porque el cerebro no sabe como va a poder con todo.
Pero podemos. Somos mujeres fuertes y valientes. Familias increíbles. Y la luz va a estar en estos pequeños seres que tenemos dentro.
El postparto también es posible que sea un poco más complicado de lo que ya de por sí es. Pero dejaos ayudar. Llorar cuando lo necesitéis. Reir todo lo que podáis y más. Porque lo vais a hacer genial. Y hoy más que nunca tenéis que escuchar atentamente: vais a ser unas madres maravillosas. Nuestros hijos no van a nacer como esperábamos, ni van a ser recibidos como pensábamos. Pero igual la perfección no es lo que imaginábamos.
Y el día de mañana les contaremos lo especiales que fueron sus nacimientos y lo mucho que este mundo los necesitaba. Porque eran la muestra de que iba a seguir habiendo luz en medio de esta noche larga.
Mucho ánimo a todas.
Y hoy más que nunca, paciencia, besos y muchísimos mimos.
Aunque estemos lejos podemos sentir que estamos cerca. No dudéis en escribirme.