La alimentación es un tema importantísimo. Eso está claro. No «somos lo que comemos» (al menos yo no me identifico con ningún alimento en concreto), pero comer influye en nuestra salud, para bien o para mal, y forma parte de nuestras necesidades y rutinas diarias.
¿Por qué van cambiado las recomendaciones de alimentación?
A lo largo de la historia de la humanidad, la alimentación se ha visto influida y ha ido adaptándose según la disponibilidad de alimentos y las tradiciones de cada región pero, actualmente, con toda la publicidad y la información (y desinformación) que tenemos a nuestro alcance, se vuelve muchísimo más importante que hablemos sobre ella y aprendamos a ser críticos, desechando falsos mitos y cambiando tradiciones o creencias obsoletas, para poder regalar a nuestros hijos e hijas unos hábitos saludables que les pueden acompañar durante toda la vida.
Todo va cambiando con el tiempo. Las recomendaciones en alimentación infantil de hace 20 años no pueden ni deben ser las mismas que actualmente. Vamos estudiando y aprendiendo. Dentro de 10, 15 o 20 años, se hablará en otros térmicos actualizados a la época y con los conocimientos que se dispongan en ese momento.
Por eso, frases del estilo «pues yo les di tal comida y mira que grandes se han hecho», según yo lo siento, intentan ser un consuelo o un escudo para quien las dice. Porque el sentimiento de culpa nos acompaña siempre en tantos temas de la crianza de nuestros hijos, que la alimentación no iba a ser menos. Así que, no se lo tengáis demasiado en cuenta.
La pirámide de alimentación infantil
La pirámide de alimentación, es una herramienta visual que se sigue empleando para comprender las necesidades nutricionales, poniendo en su base (más amplia) los alimentos que se deben de consumir con más frecuencia y, en su vértice superior, los alimentos prescindibles o que se deben consumir en raras ocasiones.
A este respecto, hay que decir que, incluso en los libros de primaria (y en otros muchos recursos para profesionales sanitarios), aparece la «antigua pirámide», donde nos encontramos con alimentos ricos en hidratos de carbono (pan, pasta, patatas, arroz y otros cereales…). Recomendaciones obsoletas a día de hoy, a pesar de que se sigue empleando y enseñando a los pequeños como «alimentación saludable».
Esta antigua pirámide pudo ser necesaria hace muchos años, cuando la escasez de otros alimentos, la elevada carga física y el bajo peso de la población, obligaban a obtener una mayor energía de los alimentos ricos en hidratos de carbono. Pero hoy en día no seria lo más adecuado, a pesar de que seguimos estudiándola desde la escuela y la tenemos muy interiorizada.
Como vemos en la «nueva pirámide» australiana de alimentación, en la base encontramos frutas, verduras y legumbres, dejando el segundo escalón para los hidratos de carbono. El siguiente piso continúa similar, con los alimentos proteicos y, en el último, las grasas. En la pirámide antigua aparecen ultra procesados y bollería industrial, «alimentos» que deberían desaparecer totalmente de cualquier imagen relacionada con la salud.
Siguiendo una línea similar a la que encontramos en la pirámide australiana, está el plato de Harvard, muy utilizado actualmente en nuestras consultas de Pediatría por ser más visual y didáctico que cualquier pirámide.
¿Qué es el plato de Harvard?
El plato para comer saludable o plato de Harvard, fue creado por expertos en nutrición de la Escuela de Salud Pública de Harvard. Se trata de una imagen que recuerda a un plato, donde se puede ver a simple vista, los tipos de alimentos y sus porciones dentro de cada una de nuestras comidas, para conseguir mantener una alimentación saludable y equilibrada.
La mitad de un plato serían frutas y verduras (las patatas no cuentan). Cuantas más frutas y verduras variadas se consuman, mejor. La otra mitad del plato, se la repartirían los alimentos ricos en hidratos de carbono (preferiblemente granos integrales) y las proteínas saludables. Para beber, siempre agua. Nada de zumos ni de bebidas carbonatadas. Muy importante recordarlo en los niños. Al igual que evitar el sedentarismo y el abuso de pantallas (Niños y pantallas).
Se pueden consultar imágenes más llamativas del plato, adaptadas para que sean más divertidas para los niños. Por ejemplo, la siguiente, pero básicamente exponen lo mismo.
En la siguiente página, podéis consultar algunas recetas reales siguiendo el esquema del plato saludable:
Para terminar, deciros que la alimentación infantil, como otras tantas cosas, requiere de una dosis extra de paciencia y de mucho mucho ejemplo. De nada sirve ponerle unos platos super coloridos de verduras y ofrecerles frutas 4 o 5 veces al día, si nosotros, los adultos, no las probamos y comemos cosas diferentes a ellos.
Así que, como siempre, muchos mimos y besos (y la súper paciencia ya mencionada).
Pediatribu
Entradas relacionadas
- Alimentación en el primer año
- Niños y fruta: 7 consejos para disFRUTAr
- Alimentación: del nacimiento hasta los 6 meses
- 1000 primeros días
Enlaces externos:
- http://www.thenutritionsource.org
- https://enfamilia.aeped.es/vida-sana/alimentacion
- https://mypersonalfood.es/
I have read so many posts about the blogger lovers however this post is really a good piece of writing, keep it up
Thank you!
Pingback: La base de una alimentación saludable es... - PEDIATRIBU
whoah this blog is wonderful i really like reading your articles. Keep up the great paintings! You realize, a lot of people are hunting round for this info, you could help them greatly.