La pubertad es una etapa importante en el desarrollo de niñas y niños. Es donde comienzan a aparecer los primeros signos de cambios físicos y emocionales que los preparán para la vida adulta.
Para muchos padres, puede ser un periodo lleno de dudas, por lo que estar bien informados y saber cómo acompañar a nuestros hijos es clave para que este proceso sea lo más llevadero posible. Pero estar preparados debe comenzar desde mucho antes del inicio de esta etapa, porque los vínculos y las conexiones con nuestros hijos e hijas no se consiguen en unos días.
Vamos a hablar de la pubertad.
¿Qué es la pubertad?
La pubertad es el momento en que el cuerpo de un niño o niña comienza a cambiar y desarrollarse, activado por hormonas que desencadenan el crecimiento de los órganos sexuales y otros cambios físicos. Este proceso suele comenzar entre los 8 y 13 años en las niñas y entre los 9 y 14 años en los niños, aunque cada cuerpo es único y puede haber variaciones.
Pubertad en niñas: ¿qué esperar?
En las niñas, uno de los primeros signos visibles de la pubertad es el desarrollo del pecho, conocido como telarquia. Esto suele ocurrir alrededor de los 8 o 9 años con la aparición del botón mamario, pero puede variar. También comienzan a crecer vello en las axilas y en la zona púbica, y más adelante se presentan cambios en la piel y el cabello, que puede volverse más grasoso y propenso al acné, aunque las hormonas que controlan esto son distintas a las que ponen en marcha el pecho, y este desarrollo se puede adelantar de forma aislada (adrenarquia precoz o prematura).
Un evento importante en la pubertad de las niñas es la menarquia, o la primera menstruación. Por lo general, ocurre entre los 10 y los 14 años, aunque algunas niñas pueden tener su primera regla antes (menarquia precoz, pubertad precoz) o después de este rango. La menarquia es una señal de que el cuerpo está listo para la reproducción, aunque, por supuesto, esto no significa que emocionalmente o psicológicamente estén preparadas para ello.
Es importante que las niñas comprendan que la menstruación es una parte normal del crecimiento, y que pueden hablar con sus padres sobre cualquier duda o preocupación. A veces, las primeras reglas pueden ser irregulares y no siempre dolorosas, aunque es útil estar atentas a cambios extremos, ya que ciertos síntomas podrían requerir consulta con el pediatra (los dos primeros años de regla pueden ser «un poco locos», pero hay que llevar un control).
Pubertad en niños: ¿qué esperar?
En los niños, la pubertad suele empezar un poco más tarde que en las niñas. El primer signo es el crecimiento de los testículos y el escroto, seguido del crecimiento del vello púbico. Más adelante, se da el crecimiento del vello en axilas, rostro y otras áreas del cuerpo. Al igual que en las niñas, pueden notar cambios en la piel y el cabello, como acné y mayor producción de grasa.
Una de las etapas más notorias en los niños es el cambio en la voz. Esto ocurre debido al crecimiento de la laringe y las cuerdas vocales, lo que provoca que la voz se vuelva más grave. Al principio, la voz puede «quebrarse» o ser inestable, pero esto es completamente normal y tiende a estabilizarse con el tiempo.
Un aspecto importante en la pubertad de los niños es la aparición de las poluciones nocturnas o “sueños húmedos”, que son eyaculaciones involuntarias que ocurren durante el sueño. Esto es una parte natural del desarrollo sexual, aunque a algunos niños les puede sorprender o confundir.
El estirón prepuberal: cuando crecen como nunca antes
Tanto en niñas como en niños, durante la pubertad ocurre lo que llamamos el estirón puberal. Este es un período en el que los niños experimentan un rápido crecimiento en altura, casi de un momento a otro. En las niñas, este estirón suele ocurrir justo antes o después de la menarquia, mientras que en los niños puede presentarse un poco más tarde, alrededor de los 12 o 13 años.
Es común que los niños sientan dolores musculares o en las articulaciones durante este crecimiento acelerado, lo que se conoce como «dolores de crecimiento» (como la enfermedad de Osgood-Schlatter o la enfermedad de Sever). También pueden experimentar una sensación de torpeza temporal, ya que su cuerpo se adapta a su nueva estatura.
Pubertad precoz y pubertad adelantada: ¿Qué significan?
La pubertad precoz es un término que se utiliza cuando los signos de la pubertad comienzan mucho antes de lo esperado. En las niñas, se considera precoz si los cambios comienzan antes de los 8 años, y en los niños, antes de los 9 años. Este adelanto puede tener implicaciones físicas y emocionales, ya que los niños no están preparados para enfrentar los cambios que vienen con el desarrollo puberal, tanto a nivel hormonal como social.
Las causas de la pubertad precoz pueden variar. En algunos casos, se debe a una activación temprana del eje hormonal que controla el crecimiento y el desarrollo sexual, mientras que en otros puede estar relacionado con afecciones médicas o factores genéticos. Si un niño o niña muestra signos de pubertad precoz, es fundamental consultar con su pediatra.
Por otro lado, la pubertad adelantada ocurre cuando los signos de la pubertad aparecen un poco antes del rango considerado «normal», pero no tan pronto como en la pubertad precoz. En este caso, aunque el desarrollo esté ligeramente adelantado (por ejemplo, niñas de 8 a 9 años que empiezan a mostrar cambios puberales), suele ser menos preocupante desde un punto de vista médico. Sin embargo, es importante estar atentos al bienestar emocional del niño/a, ya que un desarrollo más temprano puede provocar sensaciones de incomodidad o diferenciación con respecto a sus iguales.
Consejos para acompañar este proceso
- Comunicación abierta: Es esencial que los niños y niñas sepan que pueden hablar con sus padres sobre los cambios que están experimentando. Normalizar estos temas, como el desarrollo físico o la menstruación, les ayudará a no sentir vergüenza cuando llegue el momento.
- Explicaciones simples pero claras: No es necesario dar una clase de biología avanzada, pero sí es importante explicarles lo básico sobre lo que está sucediendo en sus cuerpos. Por ejemplo, hablar de las hormonas como «mensajeras» que le dicen al cuerpo cuándo crecer o cuándo iniciar la menstruación.
- Apoyo emocional: La pubertad no solo trae cambios físicos, sino también emocionales. Los niños pueden sentirse inseguros sobre su cuerpo o confundidos por las nuevas emociones. Es vital brindarles un entorno de confianza y comprensión para que no sientan que están solos en este proceso.
- Hábitos saludables: Durante esta etapa de crecimiento (en todas), es importante que mantengan una buena alimentación, rica en nutrientes que apoyen el desarrollo, y que realicen actividad física regular. Esto también les ayudará a liberar el estrés que puede surgir con todos estos cambios.
- Visitas al pediatra: para resolver cualquier inquietud. Si las niñas tienen dudas sobre su menstruación o los niños se preocupan por su desarrollo, un profesional puede ofrecer tranquilidad y asesoramiento. Además, si el desarrollo os parece muy rápido también se merece una valoración. En niñas solemos decir que, desde la aparición del botón mamario hasta la llegada de la menstruación, suelen pasar entre 18-24 meses.
Conclusión
La pubertad es una etapa emocionante, aunque también puede ser confusa y retadora para niñas, niños y padres y madres. Acompañar este proceso con paciencia, empatía y buena comunicación será fundamental para que ellos puedan entender mejor lo que ocurre y se sientan apoyados. Recordemos que cada niño tiene su propio ritmo y que lo más importante es que sepan que sus cuerpos están haciendo lo que es natural para convertirse en adultos sanos.
Y ya sabéis
Paciencia, muuuucha paciencia, besos y muchos mimos (los que os dejen)
Pediatribu
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Enlaces externos:
- https://enfamilia.aeped.es/indice/pubertad
- https://escolasalut.sjdhospitalbarcelona.org/es/consejos-salud/adolescente/pubertad-fisiologica-cuando-inicia-cambios-producen