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Nuevo Estatuto Marco ¿Por qué los médicos estamos luchando contra él?

No es solo por nosotros. Es por ti, por tus hijos, y por el futuro de la Sanidad Pública.

Los médicos os debemos una explicación de por qué estamos tan enfadados y preocupados por el nuevo Estatuto Marco que el Gobierno pretende aprobar.

No estamos protestando por capricho. Tampoco por egoísmo. Estamos alzando la voz porque lo que está en juego no es solo nuestro trabajo, sino la calidad y seguridad de la atención sanitaria que recibe toda la población.

Los médicos siempre hemos estado en silencio. Mucha gente piensa que ganamos mucho dinero y que somos unos privilegiados, porque el gobierno así ha querido que se vea. Pero, en España, la profesión médica no ha estado demasiado cuidada, lo que ha afectado a nuestra propia salud. Tanto es así que el consumo de ansiolíticos y antidepresivos entre médicos es una preocupación creciente, debido al intenso malestar. Además de que nuestra profesión presenta tasas de suicidio más altas que la población general. Lo que puede daros una idea de la situación basal de la que partimos.

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A continuación te contamos punto por punto por qué esta reforma no puede salir adelante en los términos actuales:

1. Nos quieren obligar a trabajar solo en el sistema público tras acabar la residencia

Después de 10-11 años de formación (o más), entre carrera, MIR y residencia, los médicos no podremos elegir dónde trabajar al terminar. Se pretende imponer que trabajemos obligatoriamente en el sistema público durante un tiempo, sin libertad para compaginar con el ejercicio privado.

¿Qué implica esto?

  • Coarta la libertad profesional y laboral de quienes han dedicado más de una década a formarse.
  • No garantiza que haya plazas disponibles en el sistema público, lo cual nos puede dejar en una situación de incertidumbre, desamparo o desempleo forzado.
  • Puede generar un sistema de castigo, no de incentivo. ¿Cómo puede funcionar un modelo sanitario si su base son profesionales sin derecho a decidir?
  • Además, puede crearse un hueco importante de profesionales en el sistema privado, al que muchas personas acuden.

Un sistema que obliga, en lugar de motivar, es un sistema destinado al desgaste.

2. Las horas de guardia (¡24h seguidas o incluso más!) no cuentan para la jubilación

Los médicos hacemos guardias de 17, 24 e incluso más horas continuadas. Son jornadas agotadoras, en días festivos, noches, fines de semana, festivos especiales sin poder estar con tu familia… con alta presión asistencial.

Pero esas horas no cuentan como cotización para nuestra pensión.

  • ¿Te imaginas trabajar más de 70 horas a la semana y que no te reconozcan ni una parte de ese esfuerzo para jubilarte dignamente?
  • Mientras cuidamos de los demás, el sistema no cuida de nosotros.

La salud del médico también importa. Sin reconocimiento real, es imposible sostener una atención de calidad a largo plazo.

3. Quieren permitir que enfermería diagnostique y trate

Valoramos enormemente el papel de la enfermería. Son profesionales imprescindibles, compañeras y compañeros con los que trabajamos en equipo todos los días.

El Estatuto pretende ampliar sus funciones hasta permitir el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, funciones que requieren una formación médica completa y específica.

  • Se trata de una cuestión de competencias, conocimientos y responsabilidad clínica.
  • La medicina no es una lista de síntomas que se asocian con un fármaco. Es juicio clínico, experiencia, y capacidad de discernimiento ante situaciones complejas.
  • Que es cierto que hay situaciones en las que los enfermeros pueden prescribir igual que nosotros (por ejemplo, ante curas, que ellos saben incluso más), pero en otros casos que se contemplan, no se debería.

No es eficiencia. Lo que se gana en apariencia de rapidez, se puede perder en seguridad.

4. Pueden obligarnos a movernos entre centros o ciudades, sin estabilidad

Este nuevo marco legal permite que nos trasladen de un centro de salud a otro, de un municipio a otro, sin garantías ni plazos razonables.

Esto supone:

  • Pérdida de continuidad en la atención sanitaria: los niños pierden a su pediatra de confianza.
  • Inestabilidad familiar y profesional para quienes ejercemos.
  • Rotación constante de profesionales en los centros, deteriorando el vínculo con las familias.

La medicina no es solo ciencia. Es relación, confianza y seguimiento a lo largo del tiempo. Más aún en Atención Primaria, donde es muy importante el vínculo para la promoción de la salud y prevención de enfermedades, que deberíamos realizar desde primaria y que está tan deteriorada por la carga asistencial.

5. Se mantiene y refuerza la temporalidad y precariedad

Una de las mayores lacras de nuestro sistema sanitario es la enorme cantidad de contratos temporales, precarios y discontinuos que sufrimos los médicos, incluso durante años. He tenido compañeros que han sumado 40-50 contratos en un año (sin exagerar).

Este Estatuto no solo no resuelve ese problema, sino que lo perpetúa:

  • Contratos por días o semanas.
  • Imposibilidad de planificar una vida o una familia. Nula conciliación familiar (que ya de por sí tenemos afectada).
  • Centros que no pueden formar equipos estables porque el personal cambia constantemente.

¿Cómo se construye un buen sistema sanitario si quienes lo sostienen no tienen condiciones dignas para quedarse?

Este Estatuto no mejora la Sanidad. La debilita.

Nos dicen que es una modernización del sistema, pero en realidad:

  • Reduce libertades profesionales.
  • Aumenta la precariedad.
  • Dilata funciones sin garantizar formación adecuada.
  • Castiga en lugar de incentivar.

La Sanidad Pública no puede sobrevivir sin profesionales comprometidos, y para eso necesitamos condiciones justas, estables y respetuosas. Sin trampas y sin letras pequeñas.

Esta lucha también es tuya

Hoy hablamos como médicos. En mi caso yo también os hablo como pediatra, como madre, como paciente y persona.
Y alzamos la voz no solo por nosotros, sino por todos los que mañana necesitarán una atención digna, humana y segura.

Porque si nadie cuida a quienes cuidan, el sistema se tambalea.
Y sin sistema sanitario fuerte, no hay salud pública que nos proteja.

Gracias por leer hasta aquí y por seguir creyendo en una Sanidad que sea realmente pública, universal y de calidad (aunque, a veces incluso yo dude de ella).

Seguimos luchando. Por ti. Por tus hijos. Por todos nosotros.

Pediatribu

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